La Comunidad YSYRY –Colonia Delicia Mado- sufre amenazas por parte de los supuestos titulares registrales de uno de los lotes que ocupa, desde hace años, donde se abastece de agua.
La Comunidad YSYRY – Colonia Delicia Mado, Misiones - sufre presiones, amenazas, menoscabo de sus derechos desde hace ya varios años por parte de particulares, funcionarios municipales, policiales y judiciales, es decir toda la red que sigue sintiéndose conquistadora. El Cacique volvió a denunciar este hecho el 5° Evento “La realidad Indígena en Seminario” que realizo el Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA) el 19 de Noviembre en Oberá- Mnes.
En el 2008 Juan Carlos Mugri -empresario maderero de Eldorado- avanza con un tractor municipal y un arado sobre la chacra, plantada y sembrada de la Comunidad. Al hacerse la denuncia policial e iniciarse las acciones judiciales, desde la intendencia se trata de presionar a la gente de Ysyry con promesas de construcción de casas y escuela en otro lado para que se retire del lote. Luego se sabe que había una cierta relación entre Mugri y el Intendente en la intención de construir la nueva terminal de ómnibus en ese predio.
La Comunidad se mantiene unida y la Justicia, después de muchas presiones por parte de Stella Marys Martínez abogada de EMiPA, ordena un interdicto y una acción de no innovar. Esto no significo tranquilidad para las más de 18 familias, con numerosos niños, que ya habían construido once casas y una escuela para que sus hijos puedan recibir la educación bilingüe e intercultural que marca el art. 75 inc. 17 de la Constitución Nacional.
Una mañana de noviembre de 2011 se presenta el Sr. Héctor Barón – panadero del pueblo aledaño - y dice ser titular registral del lote 89 exigiéndoles que se retiren. Este lote es ocupado por Ysyry desde hace años, allí pasa el arroyo del que se abastecen de agua, habían dos casas y una chacra. Barón destruye las casas e intenta alambrar; no se lo permiten retirando alambres y postes además de levantar nuevamente la vivienda. La respuesta de Barón no demoro, destruyo con motosierra la vivienda A esto siguieron las amenazas de muerte por parte de Barón que fueron filmadas y la grabación acompaño las denuncias efectuadas,
La intencional demora policial respaldando a los empresarios ha hecho que estas denuncias del día 5 de septiembre recién se elevaran la jueza el 30 del mismo mes, en tanto las realizadas días más tarde llegarán a manos del Juez Saldaño; en el camino se perdieron los cds con las grabaciones de las amenazas Es de destacar, también, que cada vez que el Cacique, solo o acompañado de su abogada, se presenta en la Comisaria de Mado demoran horas en atenderlo con la evidente intención que se termine retirando.
“No tenemos las mismas herramientas ni la cantidad de personal que pone Barón para destruir lo que construimos e intentar echarnos, somos aparentemente más débiles que él, pero vamos a luchar por la tierra y el agua, las precisamos para nuestros hijos” dijo el Cacique Ramos. “Enviamos, más de una vez, notas al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), exigiendo se aplique correctamente la ley de Demarcación Territorial, 26.160, debido a los graves problemas de tierras que padecemos, su respuesta en todos los casos fue el silencio”, concluyo.
A partir de las denuncias policiales y mediáticas, personas extrañas a la Comunidad persiguieron, por la noche, a la esposa del Cacique Dalmacio Ramos cuando se trasladaba hacia su casa, los niños están asustados por la violencia de los actos de Barón y por las amenazas, esto altera la tranquilidad habitual de la vida en la Comunidad.
LA ZAGA CONTINUA
Cuando Héctor “Gallo” Barón vio que no lidiaba con pollitos, decidió, aparentemente vender el lote. Aparece aquí en escena un tal Álvarez, aparente comprador del lote aunque nunca – al igual que Barón_ exhibió documentación que lo acredite nio hay registrada ninguna traslación del dominio, llegado del sur del país y afincado en Iguazú con aparentes contactos políticos.
Lo primero que hizo, el 3 de noviembre, fue intentar interrumpir el paso con espinas, ramas y tacuaras, en el camino que lleva al arroyo de uso de la Comunidad en un lote que no es el cuestionado. Cuando el Cacique, su hermano y algunos niños que querían bañarse fueron a sacar las ramas, apareció con un arma amenazo con tirar y “No me importa que sean grandes o chicos” dijo. Del dicho al hecho solo paso un instante efectuando dos disparos y un tercero cuando la gente se retiraba ante el peligro.
Luego, la historia de siempre, la policía no quiso tomar la denuncia al Cacique, no actuó de oficio ante el abuso de arma de fuego y disparos, no incauto el arma ni detuvo preventivamente al agresor. Cuando el Cacique acompañado por EMiPA se presento al día siguiente, fue inmediatamente atendido tomándosele la denuncia. El tal Álvarez para demostrar su poder, por la tarde realizo varios disparos en zona cercana a las casas de la Comunidad, queda claro con quien esta la policía.
Impedirle a la Comunidad el paso al arroyo es coártales el derecho humano universal del agua y por supuesto aumentar el riesgo de enfermedades, el silencio oficial continua.
EMiPA Prensa