ALECRIN COMUNIDAD MBYA INVADIDA Y AMENAZADA
La conquista de territorios indígenas continúa
520 años después.
Alecrín que esta
ubicada a 20 kms. de San Pedro sobre la
ruta 20 , sufre desde hace más de 20
días un intento de turbar la posesión de sus legítimos territorios, por parte
de más de 80 supuestos colonos los que han ingresado con violencia. Su
Territorio fue relevado por el INAI en el
año 2010, aplicando la ley 26.160 donde el Estado mismo les reconoce su ocupación de más de 14 mil
hectáreas.
Las autoridades
del Estado provincial y nacional, Asuntos Guaraníes, Ministerios de Ecología y
Derechos Humanos entre otros, deberían garantizar que se respeten estos
Derechos, algo que como no ocurre, permite situaciones de violencia como la que
están viviendo.
¿No es violencia que personas (supuestos
colonos) movidos en autos, camiones y motos que mostrando un alto grado de
organización y infraestructura, pretendan usurpar los territorios con el único respaldo, según sus dichos, que
el ex –intendente de San Pedro y actual Director de Asuntos Municipales de la
provincia, el tabacalero Orlando Wolfart los apoya? Esto no es más que nuevos
desmontes y posibles tabacales.
¿No es violencia
también, que mientras la Comunidad denuncia a los usurpadores ante la Policía y
la Justicia Penal, estas demoren las
respuestas y se vea en la zona personal de Ecología y efectivos que dicen no
poder identificar a los responsables, ni hacer las actas correspondientes,
sobre los daños ocasionados porque los
usurpadores les niegan su identidad, creando todo esto una situación de total impunidad?
Si las autoridades en las próximas horas no intervienen, podrían suceder actos desesperados de lucha por
el territorio, entonces ¿quiénes serán los verdaderos responsables?
Esta pretensión de
usurpar territorios de las Comunidades no es nuevo, es tan viejo como el robo
de madera. Tanto autoridades como la sociedad civil deberíamos, junto con el reconocimiento de
estos derechos constitucionales de las Comunidades valorar también; que ellas al
defender, como ahora, sus territorios no solo protegen sus intereses. En medio
de una seca generalizada ellos pretenden cuidar el monte, es decir oxigeno y
agua.
Cuando la
Comunidad de Alecrín y tantas otras lanzan sus gritos exigiendo respeto a sus
derechos, como hoy lo están haciendo, tendríamos que pensar que si se permite que esta invasión suceda sin
detenerla, el gobierno será, una vez más, responsable por su reiterada y
intencionada omisión.
Equipo Misiones de Pastoral Aborigen (EMiPA)
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