El 19 de julio de 1924, en la Colonia Aborigen Napalpí (departamento Veinticinco de Mayo, provincia del Chaco) en el norte de la Argentina, unos 200 indígenas de las etnias qom (toba) y mocoví fueron masacrados por la policía y por grupos de estancieros. Fue una de las masacres de mayor magnitud cometida en Argentina durante el siglo XX. Unos cuarenta años antes, el ejército argentino había lanzado una campaña militar para someter a los pueblos indígenas del Chaco que dio como resultado la muerte de millares de indígenas y la desintegración social y cultural de numerosas etnias en las actuales provincias argentinas de Formosa y Chaco que en ese momento eran territorios nacionales. Se fundaron numerosos fortines con el fin de mantener a raya a los indígenas vencidos. Sus tierras fueron vendidas a colonos europeos, en particular italianos y franceses, quienes pronto las destinaron a la producción de algodón.
Numerosas tribus fueron confinadas en reducciones en donde fueron sometidas a un régimen de explotación muy cercano a la esclavitud. Una de tales reducciones era Napalpí, nombre qom (toba) que significa, precisamente, cementerio, fundada en 1921 y cuyo nombre actual es Colonia Aborigen Chaco. Los aborígenes de la reducción de la etnia qom, se dedicaban al cultivo de algodón y estacionalmente al cuidado de las haciendas de los colonos de estancias vecinas. En 1924 las autoridades de la reducción dispusieron que los indígenas entregaran el 15% de su producción de algodón. Esta quita compulsiva provocó gran descontento entre los habitantes. A ello, se le sumó cierto grado de efervescencia popular producido por las creenciasindígenas que aseguraban que los dioses volverían a la tierra y les devolverían la vida a los indios que habían sido «mal muertos por los blancos». Empezaron a producirse enfrentamientos en los que grupos de indígenas y la policía .
El gobernador del Chaco, Fernando Centeno, inició los preparativos para una feroz y brutal represión. El día 19 de julio de 1924 muy temprano, un grupo de unos 130 hombres, entre policías, estancieros y civiles blancos de la zona, fuertemente armados, rodearon el campamento donde se habían reunidos los indígenas alzados que, armados tan sólo con palos, bailaban en una fiesta religiosa organizada por los chamanes, convencidos de que los dioses los protegerían de las armas de fuego de los hombres blancos. Estos últimos hicieron fuego hacia el campamento durante cuarenta minutos y luego entraron al mismo para rematar a machetazos a los indígenas que quedaban, muchos moribundos, incluidos mujeres y niños. (Fuente: www.wikipedia.org).
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