Señores Representantes de la Organización de Estados Americanos
Presente.-
Quienes
suscribimos este texto, organizaciones y movimientos sociales, mujeres y
hombres del campo y de la ciudad, campesinos e indígenas, y
personalidades de todos los orígenes que componen la sociedad paraguaya,
agradecemos vuestra visita a nuestro país, esperando contribuir con
nuestros testimonios a enriquecer el relevamiento de la situación
política y administrativa que se les ha encomendado, con el propósito de
aportar recomendaciones que permitan reencausar la vida democrática en
nuestro querido Paraguay.
El 22 de junio de este año se
produjo un quiebre institucional, a solo diez meses de las elecciones
nacionales para renovar autoridades políticas de acuerdo los mecanismos
electorales que permiten al pueblo ejercer la soberanía y elegir a sus
representantes políticos. Hasta esa fecha, no obstante tener un
Parlamento que sistemáticamente obstruía la gestión del Poder Ejecutivo y
una prensa empresarial que promovía la desinformación, el temor y la
confusión publica, el gobierno fue respetuoso de las Instituciones
Representativas, de las organizaciones gremiales y sociales y hasta de
la tolerancia a la más absoluta libertad de expresión de los medios
empresariales de comunicación.
Además el hecho de que el
Tribunal Superior de Justicia Electoral en el marco de su calendario
electoral había fijado las elecciones nacionales para el 21 de abril del
2013, hacía suponer que, más allá de un Tribunal Electoral
monopolizado por los grupos políticos del poder de los Partidos
Tradicionales, los plazos constitucionales y legales serían respetados.
El golpe de estado que destituyo al Presidente Lugo interrumpió el
proceso democrático que con enormes dificultades venimos construyendo en
un país que padece la herencia de una larga dictadura stronista y el
monopolio del mismo Partido de sesenta y un años. Tras la parodia de la
legalidad Palamentaria los golpistas se preparan para un segundo golpe
contra la soberanía del pueblo: las elecciones del 21 de Abril del 2013
bajo el control del Superior Tribunal de Justicia Electoral bajo la
administración monopólica de la alianza estratégica de los dirigentes de
los Partidos golpistas.
Dos preguntas se imponen para comenzar a ofrecer una información veraz acerca de la situación que vive la República,
1. ¿Por qué y cómo fue destituido Fernando Lugo?
2. ¿Qué consecuencias tiene el Golpe de Estado Parlamentario al interior y al exterior del país?
El
más somero análisis deja ver que el Presidente, elegido en el primer
sufragio libre y democrático que tuvo lugar en Paraguay en más de un
siglo, no fue destituido por ineficaz, sino por lo que había hecho y se
proyectaba hacer de positivo a favor del pueblo, dando pequeñas muestras
de lo que se puede y debe hacer para que la población viva con
bienestar, gozando en su interior de relaciones de justicia y equidad
social, y en su entorno regional, de acuerdos de una fructífera
cooperación que es base de la indispensable integración entre las
naciones.
Todo ello, que ha alimentado la irrupción en la vida
social y cultural nacional de una generación de personas con nueva
mentalidad, de actores políticos reclamando
derechos humanos y
cambios estructurales en la vida del país, era visto e interpretado como
una amenaza para sus intereses por los sectores oligárquicos y las
corporaciones transnacionales del agronegocio y de la megaminería, amén
de los servicios diplomáticos de ciertas potencias que hacen del
sometimiento de otras naciones su razón imperial de ser.
En los
cuatro años que llevaba la administración de Lugo, estaba naciendo un
país nuevo, con una ciudadanía que comenzaba a ejercitar sus derechos de
pensar con libertad y expresar con libertad sus ideas y opiniones,
abordando en forma crítica la gestión del mismo gobierno, enterrando de a
poco el centenario miedo al autoritarismo sistémico.
Esa
evolución, esa nueva realidad, representaba, como siempre ha
representado en la historia humana, una grave amenaza para las mentes
obscurantistas y los intereses oligárquicos, esa amalgama que forman los
detentores ilegítimos del poder económico y político, judicial y
represivo, enemiga de la más elemental decencia y dignidad.
En 32
horas se ejecutó el Golpe Estado, en aplicación de un plan diseñado por
varios autores, gran parte foráneos, que dejaron a sus agentes locales
politicos-económicos la tarea de suspender el proceso democrático, para
proteger sus privilegios e interés privados Tras la parodia de un juicio
político express, impidiendo la defensa en juicio y el debido proceso
del Presidente Constitucional Fernando Lugo, los golpistas emprendieron
las acciones de persecución política a figuras destacadas el gobierno
depuesto. Además el golpe se dirigió también contra la integración
democrática de América Latina y en especial de nuestra subregión. No
obstante el esfuerzo que realizaron los Cancilleres del Unasur para
evitar la interrupción del proceso democrático los golpistas,
demostrando su mayor fidelidad a sus privilegios e intereses, optaron
por sabotear el proyecto regional. Por eso fueron suspendidos del
Mercosur y del Unasur.
Hoy cualquiera puede observar las
medidas adoptadas por el nuevo gobierno de facto para proteger los
intereses locales y los grandes intereses de las multinacionales,
ilegitimado por el inmediato repudio masivo de la población. Esa
ilegitimidad se expresa, hasta hoy, en uno de los más abusivos hechos de
los que viene cometiendo el grupo golpista, el de negarse a entregar a
Lugo el acta de su destitución, actitud que forma parte de la
innecesaria prepotencia empleada, la cual desnuda una enfermiza ansiedad
e inseguridad que nunca les permitirán legitimarse en el poder.
El
apuro con el que actuaron, cuando disponían de la absoluta mayoría de
los votos para condenar a Lugo, sólo se explica por el miedo a la
reacción popular con el que conviven los parlamentarios, conscientes de
que su traición al pueblo los hace pasibles del juicio social que viene
alumbrando en las movilizaciones de buena parte de la ciudadanía.
No
existió ninguna argumentación seria en la pantomima de juicio político
al que sometieron a Lugo, y hasta se valieron abyectamente de la
matanza, una semana antes, de numerosos campesinos y seis policías en
una emboscada plantada en Curuguaty, en una tierra que ocupa ilegalmente
uno de los fuertes terratenientes y referente del Partido Colorado,
institución que explotó el hecho como detonante definitivo contra Lugo.
Ningún informe oficial se conoce públicamente sobre ese drama.
Hace
más de un siglo que el Partido Colorado se apoderó de la patente
intelectual del autoritarismo y la corrupción en el país, y en varios
períodos de sus seis décadas de poder absoluto, ha gozado de la
complicidad del Partido Liberal, en una hegemonía bipartidista que ha
impuesto su sello en toda la superestructura paraguaya, desde el sistema
político hasta los medios de la comunicación comercial, tal como lo
manifiesta el gobierno faccioso en sus primeras medidas internas y en su
proyección hacia el exterior.
1. Despidos en masa de
funcionarios públicos por razones ideológicas (cerca de dos mil
contrarios al golpe). La persecución continúa, con diversas formas de
presión y chantaje,
2. A la semana de asumir, el Presidente de
facto ordenó una serie de medidas que, en su conjunto, todas van en
contra de la política del Gobierno de Lugo, en el que el ahora uno era
un dos absolutamente anodino, ocupado en conspirar desde el primer día.
Todos sus actos, de notable actitud provocativa, cuentan con gran
despliegue mediático.
3. Liberación del Algodón Bt, a sabiendas
del peligro que acarrean los paquetes tóxicos que acompañan su cultivo, y
de la inexistencia de semillas en toda la región, lo cual motivó la
habilitación inmediata de otra variedad. Días después, las
transnacionales del agronegocio se vieron premiadas con la autorización
de importar, cultivar y comercializar, cuatro tipos de maíz y una más de
soja, todos genéticamente modificados.
4. Nepotismo: cuñada, primos y un número de familiares muy cercanos, designados en cargos bien remunerados.
5.
Orden perentoria de negociar la instalación de una fábrica de aluminio
por la corporación transnacional Río Tinto Alcan, plan que si el pueblo
movilizado no evita que sea aplicado, absorberá un tercio del total de
la energía que produce el país durante 30 a 50 años.
6. Vía libre
para el auto aumento salarial de parlamentarios y algunos miembros del
gobierno y de entes autárquicos, mientras el nuevo Ministro de Salud
eliminó la exoneración de los aranceles al Hospital de Clínicas, por
falta de rubros, antesala del plan de minimizar la gratuidad de los
servicios, que fue una de las obras más trascendentes del gobierno
destituido.
7. Ampliación presupuestaria por 70 millones de
dólares al Tribunal de Justicia Electoral, destinados a los operadores
partidarios, atentado que había sido rechazado por la ciudadanía con el
apoyo de Lugo, pero relanzado ahora por los golpistas.
8.
Préstamo por cerca de 200 millones de dólares a los grandes gremios
productores de cereales y carne. A los pequeños y medianos campesinos
sólo promesas.
9. La quema de bosques y la deforestación de
inmensas extensiones del territorio nacional, se han incrementado en las
últimas semanas por la complicidad de las autoridades.
10. Ha
vuelto la represión policial y el desalojo de familias campesinas, con
la destrucción de sus míseros rancheríos y todo lo poco que tenían
adentro y sus humildes pertenencias personales, en una oleada criminal
que refleja viejos resentimientos y odio a los más marginados.
11.
En las últimas semanas, el espurio gobierno intentó reinstalar el
perverso servicio militar obligatorio estronista, pero se vio obligado a
retroceder ante la repulsa masiva de la ciudadanía, lo cual ha
consagrado la primera gran derrota política de los facciosos, en estos
dos meses.
12. Pueblos indígenas y campesinos sin tierra, que
convivieron pacíficamente durante el gobierno de Lugo, de nuevo están al
borde de un enfrentamiento armado por la posesión de parcelas, ante la
indiferencia de las autoridades, las cuales intervendrán recién cuando
el conflicto se haya cobrado algunas vidas humildes.
A
diferencia de lo que vomita la prensa venal, Paraguay ha quedado solo en
el mundo, y los personajes más groseros de la fauna gobernante y de la
comunicación, han recurrido con cinismo y ridiculez a los sentimientos
nacionalistas extremos y, explotando el fanatismo, echan mano al triste
recuerdo del genocidio que se produjo
durante la Guerra de la Triple Alianza (1865/70), cuyos autores vergonzantes fueron Brasil, Argentina y Uruguay.
Paradoja
de la historia, esos mismos tres países han reaccionado al unísono en
defensa de la vida institucional paraguaya y de inmediato condenaron el
golpe parlamentario y acordaron suspender las actividades de este país
en el seno del MERCOSUR, hasta que un gobierno elegido por el pueblo,
asuma las riendas de nuevo.
Catapultados por los medios de la
prensa antidemocrática, esa nueva y poderosa fuerza política que ha
irrumpido en las sociedades modernas, marcando las agendas de los
gobiernos débiles, los golpistas paraguayos azuzan fantasmas, como el
ahogamiento económico que impulsaría Argentina, o el peligro bélico que
constituirían Bolivia y Brasil, siendo que es desde Paraguay que salen
las voces guerreristas, como el de la Ministra de Defensa, quien habla
de una guerra que, a su falta de juicio, ronda en la región.
Frente
a esas posturas tan irresponsables, buena parte del pueblo se moviliza
en muchas direcciones en el intento de recuperar espacios perdidos tras
el golpe y, día tras día, se suceden las actividades de organizaciones
campesinas e indígenas, de trabajadores de la ciudad, desocupados,
artistas, en fin, gente identificada en los valores democráticos y en el
derecho humano de expresar sus ideas y preferencias de vivir en un país
incluyente y justo, es decir, sin seres humanos de primera, segunda,
tercera y cuarta categoría, esas que expulsa el mercado y el dinero.
Una
clara conciencia se abre en la sociedad paraguaya respecto al daño de
los cultivos transgénicos y sus paquetes tóxicos de pesticidas y
plaguicidas, de fumigaciones asesinas de la vida humana y de la
naturaleza, de la tierra y el agua.
Gente bien pensante de todos
los orígenes, organizan varias jornadas de promoción de la alimentación
sana, con la certeza de que ello constituye el primer paso para tener un
pueblo soberano, autónomo e independiente para decidir el tipo de
cultivos que hará con sus semillas nativas, protegidas del contagio de
las transgénicas, esos productos de laboratorios, cuya introducción
significa sometimiento de campesinos e indígenas mediante la apropiación
de sus simientes por las corporaciones transnacionales usurpadoras, que
se respaldan en el pretexto de la propiedad intelectual, es decir, la
legalidad del robo de semillas que patentan en su país como propias.
La
Reforma Agraria sigue siendo un reclamo irrenunciable y su
implementación es esencial para que Paraguay pueda ingresar en el mundo
democrático, excluido por su propia situación de país desigual como hay
pocos en el mundo, con 40 por ciento de su población de seis millones de
habitantes en situación de miseria y un cuarto en extrema pobreza, y
con el 86 por ciento de su territorio cultivable en manos del 2.5 por
ciento de los residentes.
La movilización popular, la
confluencia de las fuerzas progresistas que hacen de la unidad de
pensamiento y acción su razón de vida, con la consolidación de los
nuevos liderazgos que están surgiendo en su seno, abren el camino por
donde está caminando el pueblo paraguayo, como herramienta fundamental
para avanzar hacia la reconquista de la democracia y su mejoramiento,
que sólo será auténtica cuando en sus actos manifieste justicia y
equidad social. En la conquista de esos altos objetivos, la solidaridad
internacional es de un valor inapreciable.
Señores Delegados de
la OEA, entendemos que ustedes vienen a escuchar las opiniones de
diferentes actores políticos y sociales. Nosotros queremos transmitirle
que la OEA tiene la oportunidad de evitar la consolidación de un
proyecto de legitimación de una burocracia política golpista bajo la
fachada electoral. Deben
entender que en un país de tanta
desigualdad e injusticia, un proyecto autoritario no es compatible con
una democracia representativa de los intereses de la mayoría y la
integración democrática de nuestra región. Les deseamos una agradable y
fructífera estadía en nuestro suelo patrio, quedando con la mejor
predisposición a continuar colaborando con ustedes.