El gobierno brasileño que encabeza Dilma Rousseff planea
constuir la represa hidroeléctrica de Belo Monte, que promete ser la
tercera más grande del mundo, a orillas del río Xingú, uno de los
afluentes del Amazonas, en Mato Grosso. El problema es que dicha obra
inundará 400.000 hectáreas de bosque, lo que dejará sin hogar a 40.000
habitantes de pueblos originarios. La tribu Kapayó, junto a otras tribus
y organismos internacionales, viene reclamando que la represa que no se
construya, y en la última protesta fueron violentamente reprimidos.
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