Al empezar esta carta nos gustaría presentarnos somos Choque Claudia y Anselmo Nina jóvenes quechuas, padres de tres hermosos hijos. El pueblo al que pertenecemos es el QUECHUA y como jóvenes nos sentimos orgullosos de pertenecer a los pueblos originarios de esta gran Pachamama(madre tierra). El nombre Quilla que elegimos para nuestra recién llegada hija es en la lengua madre que nos enseñaron nuestros abuelos.
El día que nació mi hija fue el 23 de Agosto de
2011 a las 10:30 de la mañana. El nombre que elegimos con su papa y sus
hermanos fue el de Quilla Rosa Nina Choque y con el cual la hemos
llamado durante todo el embarazo.
El padre de Quilla Anselmo Nina el día viernes 26 de Agosto de 2011 se dirigió al registro civil del Hospital Larcade de San Miguel a realizar el trámite de DNI de nuestra tercer hija llamada quilla. El primer problema que se presenta es con el DNI de Anselmo, ya que tenia la constancia de DNI en trámite por extravío, el cual no se lo aceptaron, el comento que el registro civil de Cuartel Quinto (Moreno) le dijeron que la constancia serviría para realizar tal trámite. La encargada del registro interviene y le dice que entonces vaya a realizar el trámite a moreno. Y que necesita dos testigos que certifiquen que es el padre de la niña si quiere realizar el trámite en san miguel. Anselmo trae como testigo a la abuela Roberta Veliz (oriunda de Bolivia) y a la tía joana veliz, de Quilla. Las cuales son rechazadas, a la abuela por la dirección del domicilio que tiene el nombre antiguo y a la tía por falta del número del domicilio. La encargada se dirige hacia Anselmo y le dice: no entendiste, tenes que tener dos testigos que tengan el documento actualizado y en buenas condiciones. Este se siente nervioso y se retira a buscar otros testigos.
Vuelve al registro civil con otros dos testigos, los cuales son aceptados. Aquí es cuando se presenta el segundo problema al querer poner el nombre Quilla, se lo rechazan argumentando que este no se encuentra en el libro de letra del ABC con el cual se orienta el personal que por cierto es del año 1998. Anselmo insiste explicando el origen del nombre, su significado y que se encuentra en la lista, que tal nombre ya fue registrado. Se le sugiere que si sabe lo que significa en castellano, que le ponga ese que si es aceptado, ya que no se podía poner en la lengua que él quería y que cuando la madre viniera ella podía cambiarlo, firma y se retira.
El lunes 29 de Agosto del 2011, cuando me dirigí al registro civil para solucionar el trámite del documento me atiende una asistente a la cual le aviso que venía a cambiar el nombre a mi hija, me responde que no se va poder por que el tramite estaba todo realizado ( su DNI y el certificado de nacimiento ) paso a la oficina y le explico que tengo derecho a ponerle el nombre de Quilla y no Luna, la encargada, la misma que atiende Anselmo, habla desde adentro de una oficina y dice: que derechos, yo le respondo los derecho del niño, ella se acerca y me responde: los derechos del niño deben leerse correctamente y saber interpretarlo bien y que no se puede poner cualquier cosa, porque debemos saber que significa y si es femenino o masculino. Al escuchar tanta ignorancia le explico que como descendiente del pueblo quechua tengo derecho a poner el nombre en mi lengua como cualquier otro ciudadano y que se que significa y que le corresponde a un nombre femenino. La encargada cambia el tono de voz y me explica que el nombre no se encuentra inscrito en el listado de nombre y que debía haber ido a inscribirla a la academia argentina de letra. Después de un silencio me pregunta que significa Quilla yo le respondo que en castellano es Luna, ella responde que lo que me queda es llamarle Quilla yo y todos lo que la quiere. Le pregunto si a los 8 años podre cambiar el nombre y me responde que ni a los 8 años, ni en ningún momento se podrá modificar el nombre. No me sentí bien, en mi estado de posparto con una tercer cesárea, decidí retirarme firmando el acta y con los documentos de mi hija.
Juntos con Anselmo indignados por la negación del nombre originario de nuestra hija, redactamos una carta dirigida a las autoridades del registro civil explicando lo sucedido y pidiendo que se modifique el nombre en el DNI.
El día lunes 5 de septiembre vuelvo al registro civil del Hospital de san miguel a dejar la carta acompañada de mi hermano René Choque, me hacen pasar a la oficina, quien me recibe la misma encargada que nos atendió las otras veces y me pregunta: ¿quien escribió esta carta y quien me manda?, yo le respondo que la escribí yo junto a mi pareja y que no me manda nadie solo queríamos asentar lo sucedido y buscar una solución al cambio de nombre. Se me responde que no puede aceptar la carta, que no se lo está permitido. En ese momento mi hermano René se presenta e interviene y trata de explicarle que como ciudadana tengo derecho a expresarme y saber si hay alguna solución a este problema. Se me vuelve a explicar que el nombre de Quilla no se encuentra en el listado orientativo de nombre y que no se puede solucionar, que este problema se debía tratar de otra manera antes de que se realizara el trámite del DNI, yendo a la Academia Argentina de Letras a asentar el nombre y luego con ese papel volver a dicho registro.
Pero yo me pregunto, ¿Quién oriento al papa Anselmo(oriundo de Bolivia), de qué manera debía realizar el trámite para colocar el nombre originario a su hija? ¿Quien le dio una dirección o un teléfono para averiguar en la Academia Argentina de Letras?
Seguí insistiendo para dejar la carta y que me la firmara o sellara la copia para asegurarme que llegue a las autoridades correspondientes. El no sigue como respuesta; les cuento que una amiga le puso el nombre Leguen (lengua de los hermanos mapuches) a su hija en este mismo lugar y no le exigieron nada, la encargada me responde en otro tono y explica que en tal lugar se trata a todos por igual. Pero siento que no es así a mi amiga que tiene piel blanca no se le cuestiona nada pero a mí, que mi piel es morena con rasgos indígenas se me ponen muchas trabas. Mi hermano Rene interviene explicando los derechos que nos acompañan (derechos del niño, derechos como ciudadano, derechos como pueblo originario) y que tal error que se cometió al impedir la inscripción del nombre quilla se revea; en ese momento recibo un llamado y me retiro un costado a responder dejando a mi hermano Rene y a la encargada hablando, a mi me sacan afuera junto a mi hija. Después de algunos minutos la encargada levanta el tono de voz y enojada saca a tu tio de la oficina diciendo que no tenía que hablar con el que debía hablar con los padres. Pasó a la oficina y la encargada se encontraba muy nerviosa y me dijo que tenía que hablar solo conmigo, le explico que la intención de venir aquí no era para realizar ningún escándalo, ni incomodar a nadie solo dejar la carta. Me responde que me acepta la carta pero que no me la firma, yo insisto que necesitaba una firma o un sello del lugar para asegurarme que llegue a las autoridades correspondientes para que quede asentado lo ocurrido como un antecedente para otro hermano que le suceda lo mismo. Tal encargada cansada y enojada se reúsa a firmar y también a presentarse. Decido retirarme al ver su postura de negación total a encontrar alguna solución. Me acuerdo del libro de quejas y al solicitarlo en reiteradas oportunidades se me niega aduciendo, que dicha persona tenía que escribir primero sobre lo sucedido. Esta persona no tiene en cuenta mi estado de salud, ya que le informe que tenía una cesaría hacia pocos días y sostenía a mi hija en brazos. Decidí retirarme al ver que no tenían intención de alcanzarme dicho libro.
Una vez afuera, junto a mi hermano vemos pasar a la trabajadora social del hospital, a la cual llamamos para solicitarle si puede entregar la carta al registro, ella accede, ingresa y después de unos minutos, sale y nos dice que no se la recibieron y que esperáramos.
Decidimos con tu tío René retirarnos y aclaramos que en ningún momento hemos agredido a nadie y tampoco seguridad del hospital nos ha sacado.
Este mismo día a la tarde recibo un llamado telefónico en mi casa de una tal Graciela Videla quien se presento como la jefa del registro civil del hospital de San Miguel diciéndome si me puedo acercar el día martes 6 de agosto del 2011 al registro. Aclaro que en ningún momento le he dado el teléfono de linea de mi casa al registro civil.
El día martes 6 de agosto del 2011 me acerco al registro civil e ingreso a la oficina, me presento y le muestro la carta que quise entregar el día anterior y trato de explicar lo sucedido, la jefa me interrumpe y me dice que ella se encuentra al tanto de todo y que no acepta esta carta. Que el nombre que queríamos poner a nuestra hija es imposible porque no está registrado y que teníamos que haber hecho otros trámites para ponerle dicho nombre. Cuando quiero explicar cómo ocurrieron las cosas y que el nombre si está inscripto me interrumpe y me dice que no levante la voz que ella me estaba hablando bien. Le respondo que no levante mi voz, vuelve a interrumpir y dice que yo no estaba el día que mi pareja inscribió a mi hija y que no podía hablar, también me dice que todos aquellos que intervengan tendrán que explicar quien los autorizo a involucrarse (hermanos, trabajadora social del hospital y todo aquel que se involucre en el problema en un tono amenazante) y que la trabajadora social del hospital debió disculparse por escrito por haberse metido. Yo le respondo que ella tampoco se encontraba presente en ningunos de los días que nos hemos acercado al registro y que se encontraba en la misma situación que yo. Pero me responde que hay una diferencia entre ella y yo, que sus trabajadoras reciben instrucciones de ella y me asegura creerles a ellas.
Vuelvo a explicar que mi intención no es pelear con nadie si no saber por qué se me ha negado la posibilidad de llamar a mi hija con el nombre que elegí, y cuestiono acerca del libro orientativo de nombres que tienen, ya que es de 1998. La jefa me responde que no es problema porque su personal se fija en el listado actualizado en la computadora, cosa que no hicieron en mi caso.
La charla se hace extensa al escuchar anécdotas sobre otros casos e insisto si hay alguna solución para mi problema que estoy dispuesta a caminar para cambiar el nombre. Ella responde que si hay una posibilidad de abrir un expediente pero que va a tardar de 6 meses a 2 años. Que debía ir primero a inscribirla a la academia argentina de letras y traerle ese papel, luego escribir una carta dirigida hacia la jefa del registro civil pero que ella me diría que poner. Y qué bueno que podía caminar por que ellos tienen mucho trabajo. Le respondo que lo haría y que luego volvería con dicho papel, me despido y me retiro.
Al salir del lugar busque el nombre quilla en internet en la lista orientativa de nombres actualizada que según ellos se fijan y lo encuentro acompañado de otros nombres originarios, Quillen y Quimey. Me sentí y me siento muy indignada, no solo me prohíben la posibilidad de ponerle el nombre que elegí a mi hija, también me mienten y me tratan de convencer que el error lo cometimos nosotros al no seguir los pasos correspondientes. Y por ultimo yo debo caminar para solucionar este problema sin hacerse cargo de nada los del registro. Yo me pregunto ¿hasta cuándo nos seguirán negando los derechos, como el de ponerle el nombre a nuestros hijos en nuestras lenguas originarias? Y no solo eso siempre somos nosotros los que debemos caminar y realizar trámites extensos para inscribir a nuestros hijos. ¿Por qué estos organismos no están asesorados y ellos actualizados para responder a nuestras demandas?
Finalizando esta carta en la cual redactamos nuestro problema y de qué manera fuimos tratados afirmamos que como jóvenes indígenas no permitiremos este atropello de estos organismos y estamos dispuestos a luchar para cambiar el nombre impuesto a mi hija. Seguiremos caminando para que estos organismos comiencen a respetar nuestras lenguas y esto no vuelva a ocurrir otra vez con otros hermanos.
Choque Claudia
El padre de Quilla Anselmo Nina el día viernes 26 de Agosto de 2011 se dirigió al registro civil del Hospital Larcade de San Miguel a realizar el trámite de DNI de nuestra tercer hija llamada quilla. El primer problema que se presenta es con el DNI de Anselmo, ya que tenia la constancia de DNI en trámite por extravío, el cual no se lo aceptaron, el comento que el registro civil de Cuartel Quinto (Moreno) le dijeron que la constancia serviría para realizar tal trámite. La encargada del registro interviene y le dice que entonces vaya a realizar el trámite a moreno. Y que necesita dos testigos que certifiquen que es el padre de la niña si quiere realizar el trámite en san miguel. Anselmo trae como testigo a la abuela Roberta Veliz (oriunda de Bolivia) y a la tía joana veliz, de Quilla. Las cuales son rechazadas, a la abuela por la dirección del domicilio que tiene el nombre antiguo y a la tía por falta del número del domicilio. La encargada se dirige hacia Anselmo y le dice: no entendiste, tenes que tener dos testigos que tengan el documento actualizado y en buenas condiciones. Este se siente nervioso y se retira a buscar otros testigos.
Vuelve al registro civil con otros dos testigos, los cuales son aceptados. Aquí es cuando se presenta el segundo problema al querer poner el nombre Quilla, se lo rechazan argumentando que este no se encuentra en el libro de letra del ABC con el cual se orienta el personal que por cierto es del año 1998. Anselmo insiste explicando el origen del nombre, su significado y que se encuentra en la lista, que tal nombre ya fue registrado. Se le sugiere que si sabe lo que significa en castellano, que le ponga ese que si es aceptado, ya que no se podía poner en la lengua que él quería y que cuando la madre viniera ella podía cambiarlo, firma y se retira.
El lunes 29 de Agosto del 2011, cuando me dirigí al registro civil para solucionar el trámite del documento me atiende una asistente a la cual le aviso que venía a cambiar el nombre a mi hija, me responde que no se va poder por que el tramite estaba todo realizado ( su DNI y el certificado de nacimiento ) paso a la oficina y le explico que tengo derecho a ponerle el nombre de Quilla y no Luna, la encargada, la misma que atiende Anselmo, habla desde adentro de una oficina y dice: que derechos, yo le respondo los derecho del niño, ella se acerca y me responde: los derechos del niño deben leerse correctamente y saber interpretarlo bien y que no se puede poner cualquier cosa, porque debemos saber que significa y si es femenino o masculino. Al escuchar tanta ignorancia le explico que como descendiente del pueblo quechua tengo derecho a poner el nombre en mi lengua como cualquier otro ciudadano y que se que significa y que le corresponde a un nombre femenino. La encargada cambia el tono de voz y me explica que el nombre no se encuentra inscrito en el listado de nombre y que debía haber ido a inscribirla a la academia argentina de letra. Después de un silencio me pregunta que significa Quilla yo le respondo que en castellano es Luna, ella responde que lo que me queda es llamarle Quilla yo y todos lo que la quiere. Le pregunto si a los 8 años podre cambiar el nombre y me responde que ni a los 8 años, ni en ningún momento se podrá modificar el nombre. No me sentí bien, en mi estado de posparto con una tercer cesárea, decidí retirarme firmando el acta y con los documentos de mi hija.
Juntos con Anselmo indignados por la negación del nombre originario de nuestra hija, redactamos una carta dirigida a las autoridades del registro civil explicando lo sucedido y pidiendo que se modifique el nombre en el DNI.
El día lunes 5 de septiembre vuelvo al registro civil del Hospital de san miguel a dejar la carta acompañada de mi hermano René Choque, me hacen pasar a la oficina, quien me recibe la misma encargada que nos atendió las otras veces y me pregunta: ¿quien escribió esta carta y quien me manda?, yo le respondo que la escribí yo junto a mi pareja y que no me manda nadie solo queríamos asentar lo sucedido y buscar una solución al cambio de nombre. Se me responde que no puede aceptar la carta, que no se lo está permitido. En ese momento mi hermano René se presenta e interviene y trata de explicarle que como ciudadana tengo derecho a expresarme y saber si hay alguna solución a este problema. Se me vuelve a explicar que el nombre de Quilla no se encuentra en el listado orientativo de nombre y que no se puede solucionar, que este problema se debía tratar de otra manera antes de que se realizara el trámite del DNI, yendo a la Academia Argentina de Letras a asentar el nombre y luego con ese papel volver a dicho registro.
Pero yo me pregunto, ¿Quién oriento al papa Anselmo(oriundo de Bolivia), de qué manera debía realizar el trámite para colocar el nombre originario a su hija? ¿Quien le dio una dirección o un teléfono para averiguar en la Academia Argentina de Letras?
Seguí insistiendo para dejar la carta y que me la firmara o sellara la copia para asegurarme que llegue a las autoridades correspondientes. El no sigue como respuesta; les cuento que una amiga le puso el nombre Leguen (lengua de los hermanos mapuches) a su hija en este mismo lugar y no le exigieron nada, la encargada me responde en otro tono y explica que en tal lugar se trata a todos por igual. Pero siento que no es así a mi amiga que tiene piel blanca no se le cuestiona nada pero a mí, que mi piel es morena con rasgos indígenas se me ponen muchas trabas. Mi hermano Rene interviene explicando los derechos que nos acompañan (derechos del niño, derechos como ciudadano, derechos como pueblo originario) y que tal error que se cometió al impedir la inscripción del nombre quilla se revea; en ese momento recibo un llamado y me retiro un costado a responder dejando a mi hermano Rene y a la encargada hablando, a mi me sacan afuera junto a mi hija. Después de algunos minutos la encargada levanta el tono de voz y enojada saca a tu tio de la oficina diciendo que no tenía que hablar con el que debía hablar con los padres. Pasó a la oficina y la encargada se encontraba muy nerviosa y me dijo que tenía que hablar solo conmigo, le explico que la intención de venir aquí no era para realizar ningún escándalo, ni incomodar a nadie solo dejar la carta. Me responde que me acepta la carta pero que no me la firma, yo insisto que necesitaba una firma o un sello del lugar para asegurarme que llegue a las autoridades correspondientes para que quede asentado lo ocurrido como un antecedente para otro hermano que le suceda lo mismo. Tal encargada cansada y enojada se reúsa a firmar y también a presentarse. Decido retirarme al ver su postura de negación total a encontrar alguna solución. Me acuerdo del libro de quejas y al solicitarlo en reiteradas oportunidades se me niega aduciendo, que dicha persona tenía que escribir primero sobre lo sucedido. Esta persona no tiene en cuenta mi estado de salud, ya que le informe que tenía una cesaría hacia pocos días y sostenía a mi hija en brazos. Decidí retirarme al ver que no tenían intención de alcanzarme dicho libro.
Una vez afuera, junto a mi hermano vemos pasar a la trabajadora social del hospital, a la cual llamamos para solicitarle si puede entregar la carta al registro, ella accede, ingresa y después de unos minutos, sale y nos dice que no se la recibieron y que esperáramos.
Decidimos con tu tío René retirarnos y aclaramos que en ningún momento hemos agredido a nadie y tampoco seguridad del hospital nos ha sacado.
Este mismo día a la tarde recibo un llamado telefónico en mi casa de una tal Graciela Videla quien se presento como la jefa del registro civil del hospital de San Miguel diciéndome si me puedo acercar el día martes 6 de agosto del 2011 al registro. Aclaro que en ningún momento le he dado el teléfono de linea de mi casa al registro civil.
El día martes 6 de agosto del 2011 me acerco al registro civil e ingreso a la oficina, me presento y le muestro la carta que quise entregar el día anterior y trato de explicar lo sucedido, la jefa me interrumpe y me dice que ella se encuentra al tanto de todo y que no acepta esta carta. Que el nombre que queríamos poner a nuestra hija es imposible porque no está registrado y que teníamos que haber hecho otros trámites para ponerle dicho nombre. Cuando quiero explicar cómo ocurrieron las cosas y que el nombre si está inscripto me interrumpe y me dice que no levante la voz que ella me estaba hablando bien. Le respondo que no levante mi voz, vuelve a interrumpir y dice que yo no estaba el día que mi pareja inscribió a mi hija y que no podía hablar, también me dice que todos aquellos que intervengan tendrán que explicar quien los autorizo a involucrarse (hermanos, trabajadora social del hospital y todo aquel que se involucre en el problema en un tono amenazante) y que la trabajadora social del hospital debió disculparse por escrito por haberse metido. Yo le respondo que ella tampoco se encontraba presente en ningunos de los días que nos hemos acercado al registro y que se encontraba en la misma situación que yo. Pero me responde que hay una diferencia entre ella y yo, que sus trabajadoras reciben instrucciones de ella y me asegura creerles a ellas.
Vuelvo a explicar que mi intención no es pelear con nadie si no saber por qué se me ha negado la posibilidad de llamar a mi hija con el nombre que elegí, y cuestiono acerca del libro orientativo de nombres que tienen, ya que es de 1998. La jefa me responde que no es problema porque su personal se fija en el listado actualizado en la computadora, cosa que no hicieron en mi caso.
La charla se hace extensa al escuchar anécdotas sobre otros casos e insisto si hay alguna solución para mi problema que estoy dispuesta a caminar para cambiar el nombre. Ella responde que si hay una posibilidad de abrir un expediente pero que va a tardar de 6 meses a 2 años. Que debía ir primero a inscribirla a la academia argentina de letras y traerle ese papel, luego escribir una carta dirigida hacia la jefa del registro civil pero que ella me diría que poner. Y qué bueno que podía caminar por que ellos tienen mucho trabajo. Le respondo que lo haría y que luego volvería con dicho papel, me despido y me retiro.
Al salir del lugar busque el nombre quilla en internet en la lista orientativa de nombres actualizada que según ellos se fijan y lo encuentro acompañado de otros nombres originarios, Quillen y Quimey. Me sentí y me siento muy indignada, no solo me prohíben la posibilidad de ponerle el nombre que elegí a mi hija, también me mienten y me tratan de convencer que el error lo cometimos nosotros al no seguir los pasos correspondientes. Y por ultimo yo debo caminar para solucionar este problema sin hacerse cargo de nada los del registro. Yo me pregunto ¿hasta cuándo nos seguirán negando los derechos, como el de ponerle el nombre a nuestros hijos en nuestras lenguas originarias? Y no solo eso siempre somos nosotros los que debemos caminar y realizar trámites extensos para inscribir a nuestros hijos. ¿Por qué estos organismos no están asesorados y ellos actualizados para responder a nuestras demandas?
Finalizando esta carta en la cual redactamos nuestro problema y de qué manera fuimos tratados afirmamos que como jóvenes indígenas no permitiremos este atropello de estos organismos y estamos dispuestos a luchar para cambiar el nombre impuesto a mi hija. Seguiremos caminando para que estos organismos comiencen a respetar nuestras lenguas y esto no vuelva a ocurrir otra vez con otros hermanos.
Choque Claudia
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